viernes, 6 de agosto de 2010

Descubrirse después del amor...

¡Hola! Decidí parar de llorar un poco y ver mi cuerpo. Desnuda frente al espejo, he visto a alguien a quien no veía hace mucho tiempo... ¡Demasiado! Fue extraño. Lo sé. Cambié. Durante el amor me sentía una bella durmiente. No veía nada. Era un princesa. Todo perfecto. Todo perfecto... Después del amor, ¡zas!, la desesperación. Las celulitis, los kilos de más, las estrías por haber engordado, etc., etc.. Más fea. Más dejada. Quiero ser otra... Soy otra. No estoy más hipnotizada por el amor. No me veo tras las ojos de un hombre... Ellos siempre mienten... Nos mienten... Siempre estamos hermosas, pero miran a otras ni bien nos damos vuelta... Ahora... Ahora... ¿Ahora? Sí, ahora, me miro en un espejo. Me miro a través de mis ojos. Soy Charlotte. Me miro a través de los ojos de Charlotte.... Pero no cualquier Charlotte, sino ¡Charlotte Krauss!

Basta de hombres. Basta de hombres pesados. Basta de psicópatas. Basta de amarretes.... Basta de hombres que no me quieren... Yo soy una mujer que quiere a otra mujer: Charlotte Krauss... Por ende, yo, Charlotte Krauss, me quiero y amo a mí mismo. ¡¡Me amo!!! Y valoro, aunque tenga cinco kilos de más... y la fuerza de gravedad actúe sobre mí...

No hay comentarios:

Publicar un comentario